Reciclar correctamente el poliespan, también conocido como porexpan, corcho blanco o telgopor, según el país donde te encuentres, puede generar bastantes dudas.
Este material es ligero, resistente y aislante, por lo que es ampliamente utilizado en la industria del embalaje.
Pero su reciclaje representa un desafío debido a su baja densidad y a su composición de poliestireno expandido.
Yo misma me lo he preguntado, ¿Se puede reciclar el poliespan? ¿Cómo podemos hacerlo de manera efectiva para minimizar el impacto ambiental? ¿Podría reutilizarlo antes de deshacerme de él?
Te alegrara saber que “el poliestireno expandido es 100% reciclable“.
Y existen maneras en las que tú puedes contribuir a reducir los residuos de este material y darle una segunda vida.
Así que vamos a explorar algunas estrategias eficaces y sencillas que puedes implementar en tu hogar o lugar de trabajo.
Reutilizar antes de reciclar
Antes pensar en reciclar el porexpan, cabe preguntarse si existe alguna posibilidad de darle un nuevo uso.
Por su resistencia y capacidad de aislamiento, este material puede ser reutilizado en una multitud de formas creativas.
Por ejemplo, puedes usarlo para aislar tu hogar, para crear manualidades o incluso como relleno para cojines y peluches.
Al reutilizar el porexpan, no sólo reduces los residuos que generas, sino que también ahorras recursos y energía que se utilizarían en el proceso de reciclaje.
Así que, antes de deshacerte de ese trozo de corcho blanco que tienes en casa, piensa si no podrías darle una segunda vida.
Separar el poliestireno expandido de otros residuos
Una vez que has aprovechado al máximo el porexpan y llega el momento de deshacerte de él, es crucial que lo separes de tus otros residuos.
Este es un paso fundamental en el proceso de reciclaje, ya que facilita su posterior tratamiento.
Y si aún no sabías el poliestireno expandido debe depositarse en el contenedor amarillo junto con los envases ligeros.
Pero siempre es importante que verifiques la normativa local, ya que estas reglas pueden variar dependiendo del lugar.
Separar adecuadamente tus residuos ayuda a preservar la calidad de otros materiales reciclables.
Mucha gente siente pereza a la hora de lavar y separar pero esto es especialmente importante ya que la contaminación por residuos puede dificultar o incluso imposibilitar el reciclaje de ciertos materiales.
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Donar el porexpan a centros de reciclaje especializados
Si tienes grandes cantidades de porexpan, donarlo a un centro de reciclaje especializado podría ser una buena opción.
Estos centros tienen la capacidad de procesar grandes volúmenes de este material, lo que probablemente no sea posible en tu hogar o lugar de trabajo.
Recuerdo cuando mi tío estaba trabajando en un proyecto de construcción y se habían quedado con una gran cantidad de corcho blanco. No sabían qué hacer con él hasta que descubrieron que había un centro donde podían donarlo.
Fue una solución perfecta que les ayudó a gestionar sus residuos y a reducir el impacto ambiental.
Reducir el consumo de porexpan
Aunque es importante saber cómo reciclar correctamente el porexpan, la mejor manera de gestionar este tipo de residuo es, sencillamente, producir menos.
Reducir nuestro consumo de corcho blanco puede tener un impacto significativo en la cantidad de residuos que generamos.
¿Cómo puedes hacerlo? Consumiendo más productos a granel por ejemplo. Otras formas sencillas de hacerlo pueden ser rechazar los envoltorios innecesarios en las tiendas, optar por productos con embalajes más sostenibles o incluso llevar tus propios envases cuando vayas a comprar.
Hoy en día existen cada vez más tiendas “zero waste” que promueven estas prácticas.
¿Qué es exactamente el porexpan o corcho blanco?
El poliestireno expandido, es un material sintético utilizado extensamente en la industria de empaques y embalajes.
Este material, derivado del poliestireno, se distingue por su estructura compuesta por microesferas unidas, brindándole una apariencia única y una notable ligereza.
Este aspecto aireado se debe a que su composición es mayormente aire, con aproximadamente un 98% de su volumen ocupado por este, mientras que el poliestireno en sí constituye solo un 2%.
Su naturaleza resistente al agua y su baja conductividad térmica lo convierten en un excelente aislante, utilizado en aplicaciones que van desde la construcción hasta el envasado de productos sensibles a la temperatura. Además ofrece una gran protección contra choques y vibraciones, por eso es utilizado para embalaje de artículos electrónicos y otros bienes frágiles, asegurando su integridad durante el transporte y el almacenamiento.
No debes confundir el EPS con el poliestireno extruido (XPS). El XPS, también derivado del poliestireno, se fabrica mediante un proceso distinto que implica la extrusión del material con un gas formador de espuma. El resultado es un material con una textura más uniforme y una apariencia más lisa, lo habrás visto en las bandejas de alimentos por ejemplo y contenedores de comida para llevar.
¿Cómo se recicla?
El reciclaje del porexpan, conocido también como poliestireno expandido (EPS), comienza con la recolección y separación de este material de otros tipos de residuos.
Debido a su baja densidad, el porexpan se compacta para reducir su volumen, facilitando su transporte y manejo.
Una vez compactado, se tritura y se procesa para convertirlo en gránulos o perlas.
Estos gránulos se utilizan posteriormente como materia prima para crear nuevos productos de poliestireno, como marcos para cuadros, material de embalaje o incluso otros objetos de uso cotidiano.
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