¿Qué tirar y qué no en cada contenedor de reciclaje?

En ocasiones incluimos productos que creemos son útiles para nuestros lectores. Si compras a través de los links de esta página, podríamos ganar una pequeña comisión.

Ok, has decidido comenzar a reciclar tus desechos. ¡Gran decisión! 

Pero de seguro te sientas un poco perdido en cómo entender el mundo de los contenedores y sus normas, ¿verdad?

No te avergüences, todos hemos estado ahí. De hecho, ¡algunos siguen confundiéndose a la hora de reciclar!
Por eso, aquí encontrarás una guía de consejos y reglas básicas sobre qué tirar y qué no en cada contenedor de reciclaje.

Te prometo que una vez que te familiarices con ellas, reciclar será tan fácil como respirar.

¿Estás listo para convertirte en un experto? 

Consejos de iniciación

contenedores de reciclaje

Antes de entender qué residuo va en cada contenedor, es importante que sepas que no todos los colores para catalogar los residuos son universales.

Es decir, los colores pueden variar según dónde te encuentres.

Generalmente, los contenedores de vidrio, papel y plásticos suelen llevar el mismo color en varios países del mundo.

Pero hay otros como los de residuos orgánicos que pueden variar, siendo marrón, verde oscuro, etc.

Por eso, para iniciarte en el arte del reciclado correctamente, mi consejo es que conozcas primero qué opciones existen en donde vives, antes de entrar en acción.

El contenedor azul: papel y cartón

Aquí es donde va todo lo que está hecho de papel o cartón.

Pero, no todo es tan simple como parece. ¿Sabías que no puedes tirar aquí los papeles que estén manchados de grasa o comida?

Sí, esos tickets de la pizzería o el envoltorio del sándwich no deben ir aquí.

También, aunque parezca obvio, no se admiten cartones con restos de comida, como las cajas de pizza.

¿Y qué pasa con los sobres acolchados o los que tienen ventanillas de plástico?

Deberías separar las partes de plástico antes de depositarlos en este contenedor. 

El contenedor verde: vidrio

Este puede parecer obvio, ¿verdad?

Vasos rotos, botellas de vino vacías, frascos de mermelada… Todo eso va aquí.

Pero aquí viene la sorpresa: no todo lo que parece vidrio es reciclable como tal.

Por ejemplo, las ventanas o los espejos no se deben tirar en este contenedor.

Tampoco las bombillas, ni las tradicionales ni las de bajo consumo.

Estos tipos de vidrio tienen una composición diferente y deben ser tratados de manera distinta, llevándolos a un punto especial de tu ciudad.

¿Y qué pasa con las tapas metálicas de los tarros de cristal? Deberían ir en el contenedor amarillo, ya que son de metal.

¿Y los corchos? Aunque pueda parecer extraño, también van en el contenedor amarillo, porque son procesados como residuos mixtos y no como orgánicos.

El contenedor amarillo: plásticos, latas y envases

Este es el hogar de una gran variedad de elementos, desde botellas de agua hasta latas de bebidas, pasando por bandejas de poliestireno y envoltorios.

Pero, al igual que con los otros contenedores, hay algunas cosas que debes tener en cuenta.

Aunque parezca lógico poner aquí todo lo que es plástico, hay excepciones.

Los juguetes de plástico, por ejemplo, no deben ir en este contenedor.

Tampoco las bolsas de basura ni los envoltorios de plástico que no sean de alimentos.

Y aunque las latas son bienvenidas, las latas de pintura o los aerosoles deben ser llevados a un punto limpio por su componente tóxico.

¿Y qué pasa con los envases multicapa como los de las patatas fritas o los bricks de leche?

Aunque tienen partes de aluminio y cartón, se consideran envases mixtos y van en el contenedor amarillo.

El contenedor gris/verde oscuro: residuos orgánicos y restos de comida

Aquí es donde van los restos de frutas, verduras, café, cáscaras de huevo, restos de pescado y carne, entre otros.

Pero no todos los residuos orgánicos son aceptados.

Por ejemplo, los excrementos de mascotas o las cenizas no deben ir en este contenedor.

¿Y sabías que hay algo que nunca deberías tirar en el contenedor de orgánico? Los chicles.

Aunque parezca sorprendente, los chicles no son biodegradables ya que están hechos de un tipo de plástico llamado goma base.

Por lo tanto, deben ser desechados como residuo no reciclable.

El contenedor rojo: residuos peligrosos

Aquí es donde van los objetos que pueden ser realmente dañinos para el medio ambiente si no se desechan correctamente.

Estamos hablando de baterías, pilas, aerosoles, pinturas, aceites de motor, productos químicos para el hogar y medicamentos caducados.

Aunque, en algunos países como España, estos residuos tienen un punto específico de entrega por separado, o su propio contenedor (el cual suele ser más pequeño y llamativo) por ejemplo, se estila mucho para bombillas o baterías.

¿Por qué son peligrosos?

Cada uno de estos elementos contiene materiales que pueden filtrarse en el suelo y en las fuentes de agua, causando un daño irreparable. Imagina que tiras una pila en la basura normal.

Los metales pesados que contiene pueden terminar en algún río o incluso en el mar, contaminando el agua y perjudicando a la fauna.

Nadie quiere eso. Y es por eso que es tan importante tomar conciencia y hacer las cosas bien.

No siempre es fácil, y puede requerir un esfuerzo extra llevar estos residuos a un punto limpio, pero es nuestro deber como ciudadanos responsables.

El contenedor marrón: residuos de jardín y poda

Aquí es donde van las hojas caídas, los restos de césped cortado, las ramas que has podado…

Pero, ¿alguna vez has pensado en cómo podrías minimizar estos residuos?

Quizás podrías considerar compostar en tu propio jardín.

No sólo reducirías la cantidad de residuos que generas, sino que además crearías un abono natural y rico para tus plantas.

¿No es fascinante cómo puedes convertir algo que considerabas un desecho en algo útil y beneficioso para tu jardín?

Y si no tienes jardín, quizás puedas donar estos residuos a alguien que sí lo tenga y esté interesado en hacer compost.

O quizá podrías empezar a recoger las hojas caídas para hacer manualidades con los niños.

¿Te imaginas las sonrisas en sus caras al crear cuadros y adornos con lo que la naturaleza les ofrece?

La gestión de los residuos no siempre tiene que ser una tarea tediosa.

A veces, simplemente requiere que nos detengamos a pensar en cómo podemos ver las cosas desde una perspectiva diferente.

Porque cada paso que damos hacia una vida más sostenible cuenta. 

El contenedor negro/gris: residuos no reciclables

Este es, por desgracia, el destino final de aquellos materiales que no pueden ser reciclados.

Aquí van los pañales, las toallitas húmedas, los chicles, las cerámicas, la porcelana y los espejos.

Personalmente, cada vez que tiro algo en este contenedor, siento cierta tristeza.

Me gustaría que todo lo que uso pudiera tener una segunda vida, pero la realidad es que aún hay materiales que no se pueden reciclar.

Y eso sirve para que sigamos reflexionando sobre nuestros hábitos de consumo y cómo mejorarlos. ¿No lo crees?

Suscríbete para recibir más contenido como este por correo electrónico

Te enviaremos nuestros últimos artículos por correo electrónico. Puedes darte de baja fácilmente en cualquier momento.

Chyna Swaddle

Chyna Swaddle

La pasión y expertise de Chyna Swaddle por la ecología temas se intensificaron tras un viaje a la Patagonia Argentina, donde observó los efectos devastadores del cambio climático en los glaciares. Este evento la impulsó a enfocarse en la gestión sostenible de residuos y la agricultura urbana. Chyna ha colaborado activamente en proyectos comunitarios para promover huertas urbanas, abogando por la agricultura orgánica y sostenible. Su trabajo y escritura destacan por un fuerte compromiso con la concienciación ambiental y la implementación de prácticas ecológicas en la vida cotidiana. Contacto: chynaswaddle@gmail.com

Related articles

Most read articles

Recibe nuestros artículos

Los últimos artículos con temas de actualidad, recursos y notas de interés, enviados directamente a tu casilla.