La iluminación de nuestros hogares y lugares de trabajo es algo cotidiano que solemos dar por sentado.
Pero, ¿te has detenido a pensar cuál es la mejor opción para ti en términos de eficiencia energética y sostenibilidad?
¿Sabes determinar si los focos de bajo consumo o los LED son la mejor elección?
Y si quieres saber si realmente el tipo de iluminación que elijas hace la diferencia, según el departamento de energía de Estados Unidos, el cambio a la iluminación con eficiencia energética es una de las formas más rápidas y fáciles de cortar las facturas de energía.
Así que sí, la elección importa.
Y para ayudarte a tomar una decisión, vamos a explorar juntos las ventajas y desventajas de cada tipo de iluminación, desde su impacto en el medio ambiente hasta su costo y vida útil.
Vamos a desmitificar algunos conceptos erróneos comunes y a arrojar luz (no se pudo resistir el juego de palabras) sobre este tema que sí es relevante.
Comparando la eficiencia energética
Cuando se trata de eficiencia energética, los focos LED son actualmente el líder indiscutible.
Según Smart Lighting, un portal de noticias y análisis enfocado en tecnologías de iluminación, los LED consumen un 75% menos de energía que las bombillas incandescentes tradicionales.
Esto se traduce en un ahorro significativo en tu factura de luz y una vida útil más larga por cada bombilla que compras, lo que además significa menos residuos.
Por otro lado, los focos de bajo consumo, también conocidos como CFLs (Compact Fluorescent Lamps), utilizan alrededor de un 70% menos energía que las bombillas incandescentes y duran de 8 a 10 veces más.
Sin embargo, no son tan eficientes como los LED y contienen una pequeña cantidad de mercurio, un metal pesado tóxico así que yo personalmente los evito.
Así que, si estás buscando la opción más eficiente en términos de consumo de energía y vida útil, los LED son la mejor opción.
¿Cuál es el impacto medioambiental?
El impacto medioambiental de nuestras decisiones de iluminación es un factor fundamental a tener en cuenta.
En este punto, nuevamente, los LED se llevan la victoria.
Los focos LED no contienen mercurio, un metal pesado tóxico que se encuentra en los focos de bajo consumo. Cuando estos últimos se rompen o se desechan incorrectamente, el mercurio puede filtrarse y contaminar el medio ambiente. Además, debido a su larga vida útil, los LED terminan produciendo menos residuos en comparación con otros tipos de focos.
Algo que en general se desconoce es que la fabricación de LED requiere más energía que la de los focos de bajo consumo.
Sin embargo, debido a su eficiencia energética y larga vida útil, se estima que los LED compensan este mayor gasto energético inicial en su ciclo de vida.
Por todo esto tanto los LED como los focos de bajo consumo son opciones más ecológicas que las bombillas incandescentes tradicionales, pero los LED lideran en términos de eficiencia energética y menor impacto medioambiental.
¿Cuales son los costos iniciales?
Ahora, hablemos de dinero.
En un primer análisis, los focos de bajo consumo suelen ser más baratos que los LED. Esto puede hacer que parezcan la opción más atractiva en términos de costos iniciales. Sin embargo, hay más en esta historia financiera.
Mientras que un foco LED puede costar más al principio, su vida útil extremadamente larga y su alta eficiencia energética significan que ahorras dinero a largo plazo.
Los LED no solo duran más, lo que significa que compras menos focos a lo largo del tiempo, sino que también reducen tu factura de electricidad.
Si bien es tentador optar por la opción más barata inicialmente, es importante considerar el costo total durante la vida útil del foco.
La calidad de la luz
Y aquí te comparto mi propia experiencia, cuando cambié mis focos tradicionales por LED en mi casa, noté una diferencia significativa en la calidad de la luz.
Los LED tienen una gama más amplia de temperaturas de color, lo que significa que puedes elegir entre una luz más cálida (similar a la luz incandescente tradicional) y una luz más fría (similar a la luz del día). Esta versatilidad me permitió crear diferentes ambientes en las distintas habitaciones de mi hogar.
Además, los LED proporcionan una iluminación brillante inmediata, sin necesidad de tiempo para “calentarse”.
Recuerdo cuando usaba focos de bajo consumo en mi taller de arte y tenía que esperar un poco hasta que alcanzaban su máxima intensidad. Con los LED, eso es cosa del pasado.
Entiendo que la calidad de la luz puede parecer un detalle menor, pero puede tener un gran impacto en cómo te sientes en tu espacio.
Si eres como yo y valoras la capacidad de personalizar la iluminación según tus necesidades y tu estado de ánimo, te encantará la versatilidad que ofrecen los LED.
¿Cuales son los residuos electrónicos finales?
Hemos hablado de la eficiencia energética y la vida útil de los LED y los focos de bajo consumo, pero hay un aspecto que aún no hemos abordado: los residuos electrónicos.
Los residuos electrónicos, también conocidos como e-waste, son uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en el mundo.
Y aquí es donde, de nuevo, los focos LED tienen una ventaja adicional.
Dado que los LED duran más que los focos de bajo consumo, generan menos residuos porque no necesitan ser reemplazados con tanta frecuencia.
Esto no solo es bueno para tu bolsillo, sino que también beneficia al medio ambiente al reducir la cantidad de residuos que generamos.
Por lo tanto, al elegir LED sobre focos de bajo consumo, no solo estás eligiendo una opción más eficiente y duradera, sino que también estás contribuyendo a disminuir el problema global de los residuos electrónicos.
El reciclaje de los focos
Y como hablar de ecología es hablar de ciclos completos debemos mencionar el tema del reciclado al final del ciclo de vida de los focos de luz.
El reciclaje es un tema complicado cuando se trata de focos de bajo consumo y LED.
Ambos tipos de bombillas deben ser reciclados de manera adecuada debido a los componentes electrónicos que contienen.
Pero, ¿cuántos de nosotros realmente nos tomamos el tiempo de llevarlos a un punto de reciclado?
Los focos de bajo consumo contienen una pequeña cantidad de mercurio, lo que significa que no deben ser desechados con la basura regular.
Si se rompen en un vertedero, este tóxico metal pesado puede filtrarse y contaminar el medio ambiente.
Los LED, por otro lado, no contienen mercurio, pero sí tienen otros elementos como níquel, plomo y arsénico que tampoco son amigables con el medio ambiente si terminan en un vertedero.
La verdad es que reciclar correctamente estas bombillas puede ser un desafío. No todos los centros de reciclaje aceptan focos de bajo consumo y LED, y la realidad es que muchos terminan en la basura común simplemente por falta de facilidades para su correcta disposición.
Esto no significa que debas rendirte. Lo que sugiere es que debemos ser más conscientes sobre cómo deshacernos de nuestras bombillas usadas y buscar activamente formas de reciclarlas correctamente.
Suscríbete para recibir más contenido como este por correo electrónico
Te enviaremos nuestros últimos artículos por correo electrónico. Puedes darte de baja fácilmente en cualquier momento.
