Existe una gran diferencia entre simplemente decirle a los niños qué hacer y enseñarles de manera efectiva.
Decir es simplemente ordenar, mientras que enseñar implica guiarlos para que comprendan por sí mismos.
Enseñar a los niños a cuidar el medio ambiente es todo un desafío. Pero, las personas inteligentes saben que hay ciertas acciones que pueden ayudarte a encaminar a los niños en esta dirección sin ser autoritario.
Aquí te presento 5 acciones para incorporar en tu rutina diaria y ayudar a los niños a cuidar el medio ambiente.
1) Reciclaje en casa y reducción de residuos
Enseñar a los niños a reciclar puede ser una tarea desafiante, pero muy gratificante.
En casa, tratamos de hacer un esfuerzo consciente para separar nuestros residuos y reciclar lo que podemos.
Al principio, mis hijos no entendían por qué teníamos que hacerlo. Pero con el tiempo, empezaron a comprender la importancia del reciclaje para proteger nuestro medio ambiente.
Recuerdo un día en particular cuando mi hija de seis años, al terminar su botella de agua, caminó hacia la basura y luego se detuvo. Miró la botella y luego la basura antes de preguntar: “¿Esto va en el reciclaje?”
Fue un pequeño momento, pero significativo. Mostró que estaba pensando en sus acciones y cómo estas afectaban al medio ambiente.
Así que si quieres enseñar a los niños a cuidar el medio ambiente, te recomendaría empezar por instaurar un sistema de reciclaje en casa. No solo les enseñas a reciclar, sino también les muestras la importancia de pensar en sus acciones y cómo estas afectan al mundo que nos rodea.
Asimismo, vivimos en una sociedad donde el consumo excesivo y el desperdicio se han convertido en la norma.
Los productos de un solo uso están en todas partes y el plástico se ha convertido en un problema importante para nuestro planeta.
Recuerdo que una vez, después de una fiesta de cumpleaños, me sorprendió la cantidad de basura que habíamos generado. Platos desechables, vasos de plástico, envoltorios…
Fue un poco abrumador y me hizo reflexionar sobre cómo nuestras acciones cotidianas pueden tener un gran impacto en el medio ambiente.
Desde entonces, he hecho un esfuerzo consciente para reducir la cantidad de residuos que generamos en casa. Hemos cambiado a productos reutilizables siempre que es posible y tratamos de evitar los productos de un solo uso.
Una forma efectiva de enseñarles a los niños sobre la reducción es explicarles por qué, por ejemplo, usamos bolsas de tela para hacer las compras o por qué preferimos los juguetes hechos con materiales sostenibles.
2) Ahorro de agua
¿Sabías que el agua dulce es un recurso limitado?
Y aún así, a menudo la usamos sin pensarlo dos veces.
Estamos tan acostumbrados a tener agua al abrir el grifo que olvidamos lo valiosa que es. Solo el 1% del agua en la Tierra es accesible y segura para nuestro consumo.
Enseñar a los niños a valorar el agua y a usarla de manera consciente es una excelente manera de inculcarles el cuidado del medio ambiente.
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Puedes hacerlo simplemente al enséñale a cierren el grifo, mientras se cepillan los dientes o se enjabonan en la ducha.
Al hacerlo, no solo les enseñas a ser conscientes del valor del agua, sino que también haces una contribución significativa a la conservación de este recurso vital.
3) Contacto con la naturaleza
No hay nada como el contacto directo con la naturaleza para despertar el amor y respeto por el medioambiente en los niños.
Cuando los niños experimentan la belleza de un bosque, la majestuosidad de las montañas o la inmensidad del océano, se conectan emocionalmente con el entorno natural. Y es esta conexión emocional la que puede inspirarlos a cuidar del medio ambiente.
Así que, siempre que sea posible, intenta llevar a los niños a espacios naturales. Deja que jueguen en el parque, que exploren un sendero en el bosque o que recojan conchas en la playa. Permíteles tocar la tierra, oler las flores y escuchar los sonidos de la naturaleza.
Así, no solo estarán aprendiendo sobre el medio ambiente de manera directa y tangible, sino que también estarán desarrollando un vínculo emocional con él. Y esta conexión puede ser un poderoso motor para su deseo de proteger y cuidar nuestro planeta.
Adicionalmente, la vida silvestre nos rodea en todas partes, incluso en las ciudades más urbanizadas. Desde las mariposas que revolotean en el parque hasta los pájaros que cantan en los árboles, hay una belleza impresionante en cada rincón de nuestro planeta.
Es por ello que cuando un niño se emociona al ver un pájaro volar o se maravilla al ver una flor florecer, está conectando con la naturaleza de una manera muy personal y significativa.
Este tipo de experiencias pueden ser muy emotivas y pueden ayudar a los niños a desarrollar un sentido de respeto y admiración por el medio ambiente.
La próxima vez que estés afuera con tus hijos, una buena idea es tómate un momento para observar juntos la vida silvestre. Comparte con ellos la maravilla de la naturaleza y ayúdales a entender por qué es tan importante cuidarla.
4) Ahorro de energía
La energía es un recurso precioso y es vital para casi todo lo que hacemos en nuestra vida diaria.
Sin embargo, a menudo la usamos sin pensar en las consecuencias que esto puede tener para nuestro planeta.
Desde dejar las luces encendidas, hasta mantener nuestros dispositivos electrónicos enchufados todo el día, hay muchas formas en las que consumimos energía innecesariamente.
Enseñar a los niños a ser conscientes del uso de la energía puede ser una excelente manera de ayudarles a cuidar el medio ambiente.
Esto puede ser tan sencillo como recordarles que apaguen las luces cuando salgan de una habitación o explicarles por qué no es necesario dejar la televisión encendida, si no la están viendo.
Además, al enseñarles sobre el ahorro de energía, también les estás enseñando sobre la responsabilidad y el respeto por los recursos que tenemos.
Todo es conexión
Para los niños, el contacto con la naturaleza podría ser un factor clave en su desarrollo integral. La interacción con el medio ambiente puede inducir un sentido de respeto y amor por nuestro planeta.
Ya sea reciclando en casa, ahorrando agua o simplemente disfrutando de una tarde en el parque, cada acción cuenta y puede marcar la diferencia.
Al final del día, todo se reduce a una conexión. Una enlace entre nosotros, los niños y la naturaleza. Y este vínculo puede ser el primer paso para criar una generación más consciente y comprometida con el cuidado de nuestro planeta.
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